Cap 2: Una Estela de Dolor

Capitulo No. 2

- BUENO DEJA DE DECIRME MENTIRAS Y BAJEMOS - comente mientras abría mi puerta para bajar del auto


- TU SABES QUE NUNCA TE HE DICHO UNA SOLA MENTIRA - dijo con una sonrisa torcida y excitación en los ojos verdes como jades - ¿Y BIEN?... ¿TE GUSTA LA CASA DE MIS PADRES?


- CLARO LA CASA ES HERMOSA ¿A QUIEN NO LE GUSTARÍA? - realmente lo era era blanca con dos balcones enormes y una terraza. A varios metros de nosotros estaba una pequeña mesa para cuatro personas y no mucho mas lejos se oía un arroyo o tal vez era un piscina y sus aguas las movía el viento. La puerta era de madera y lo que parecía rubíes.

Caminamos por el hermoso pasillo de mármol con retratos de toda su familia. Hasta una puerta de vidrio de aspecto pesado que reflejaba la habitación pero cuando Edward la empujo sin esfuerzo aparente me pareció aun mas pesada. En el comedor de mármol era hermoso extravagante pero sin perder el tono sobrio.Sus padres estaban a 4 metros de ahi en una sala enorme de muebles blancos con cuadros desde la época de los 30´s hasta los cuadros de arte moderno ( los cuales no entiendo, no le veo ese interés que los demás muestran por ese tipo de "arte").


- MADRE... PADRE HAY ALGUIEN QUE LOS QUIERE CONOCER - dijo mi acompañante con emoción tangible en la voz


Sus padre voltearon sin interés alguno y nos dirigieron una mirada de aburrimiento y luego asco y cuando me contemplaron con detenimiento. Me dio miedo y ala vez enojo su reaccion hacia ami.


- EDWARD, ¿QUIEN ES ESTA... JOVEN?


- MADRE, ELLA ES MI NOVIA ISABELLA


- AH, ELLA ES LA CHICA DEL PERIÓDICO, LA QUE SIEMPRE ESTABA LLORANDO


- MADRE POR FAVOR NO SEAS GROSERA CON ELLA


- NO, ED...


- TU QUE TE METES YO ESTOY HABLANDO CON MI HIJO, ¿QUE NO TE EDUCARON BIEN?


- SEÑORA POR FAVOR, LE PIDO NO CRITIQUE MI EDUCACIÓN


- JA, TE DOY LA RAZÓN, NO HAY NADA QUE CRITICAR... POR QUE ME HAS DEMOSTRADO QUE NO TIENES EDUCACIÓN


No aguante mas salí corriendo empuje la puerta y llore todo el camino a mi casa. A esa casa yo no regresaba nunca mas.