Cap 25 y 26: Con Quien esta Mi Corazon?

Por DiarioTwilight   Publicado a las  4:15 p. m.   2 comentarios

Hola mis queridas (os) amigas (os)!! Siento mucho haberme tanto en publicar el cap. pero debo informarles que a partir de este capítulo comienza la cuenta regresiva para el gran capítulo final… me he tomado mi tiempo y ya está listo… los subiré a medida de los comentarios… mientras más comentarios menos días… :D
Los he extrañado muchísimo.. y en mi tiempo de soledad he pensado en otra historia aun no la he enviado a diariotwiligth pero se que les encantara: se llama empezar de nuevo.. y todos son humanos.. Mañana subo el primer cap.. con lagrimas en los ojos me despido… esperando con ansias sus comentarios y sugerencias…
DMLB :* besitos!!!
Iza =D
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Capitulo 25

POV Bella

Ahora nada malo podía pasar, me sentía invencible en los brazos de Edward, teníamos ya varios días en Forks y todo era tan perfecto como antes, parecía que los años no hubiesen transcurridos, el siempre tan perfecto tan amable, tan él…

Estaba terminando de comer con mis padres y Ryan, ahora éramos una familia feliz, la familia feliz que siempre quise tener, Charlie y Renee parecían un par de tortolitos por toda la casa, Ryan siempre estaba en la Push jugando con la manada y Camille que ahora viviría allí.

Hola - dije llegando a mi habitación mirando todo a mi alrededor buscándolo - ¿Edward?

No estaba en mi habitación, al menos no lo veía y el no había contestado a mi llamada, busque mi móvil en mi bolsa sin éxito, tampoco estaba… resignada tome el dobladillo de mi sweater para quitármelo, lo tire encima de mi cama, cuando me destinaba a hacer lo mismo con mi sujetador sentí sus manos frías recorrer mi columna de abajo hacia arriba, mi piel se erizo de tal manera que el soltó una risita ahogada.

Hola mi dulce Bella - dijo con una gran sonrisa en sus labios -

Hola Edward - dije fingiendo estar enojada - ¿Dónde estabas?

Aquí - dijo señalando el mecedor donde estaba sentado - solo que tu no volteas y…

¿Y qué? - pregunte pícaramente -

Y para es mejor pasar desapercibido cuando me haces semejante ofrenda - dijo el mostrándome su perfecta dentadura -

Yo le sonreí de regreso y me lancé en sus brazos, entrelace mis dedos en su cabello, a el pareció gustarle y me tomo con mas fuerza de la cintura, las cosas iban subiendo de tono, mis hormonas estaban alocadas, solo de verlo me ponía mal, entonces el sintió mi impulso hacia el y me separo violentamente dejándome en la cama sola.

Algo estaba mal, desde el día que hicimos el amor en el lago Edward no había querido tocarme de nuevo, me preguntaba cual sería la razón para que el huyera de mi, pero no había una razón de lógica, si ese día, había sido tan sencillo, se había entregado por completo, porque ahora no podía ser igual, ¿será que se había dado cuenta que no era yo la mujer de su vida? Ese era mi mayor temor, que después de tantos años, el se hubiese dado cuenta que yo no soy suficiente para él.

El me miro fijamente a los ojos acercándose de a poco hacia mí.

¿Bells estas bien? - Pregunto colocando sus frías manos en mis mejillas - amor… ¿estás bien?

Vete Edward - dije en seco - sal de aquí por favor.

Pero Bella discúlpame - dijo el alterado tapándose el rostro con sus manos - no debí ser tan brusco pero no quiero perder la cordura contigo, puedo hacerte daño.

Edward - le llame - ahora quiero estar sola, por favor sal de aquí…

¡Bella! - dijo él en tono de suplica -

¡Sal de aquí Ya! - grite -

Si bien muchas cosas habían cambiado esos años, y la primera era que ya no era la misma débil de carácter que no podía alejarse de él, ahora era simplemente Isabella, como todos me llamaban en el trabajo y la universidad. Me quede allí recostada en mi cama, tal como me había dejado, pero me encorve como un ovillo, y asi me quede, hasta el amanecer.

Baje a desayunar con los ojos hinchados, aun no podía dejar de llorar, Edward el amor de toda mi futura existencia me había rechazado, era algo demasiado fuerte para mi, algo que no podía creer, quizás estaba siendo exagerada pero la verdad es que cada vez que intentaba seducirlo siempre sucedía lo mismo, sin explicación alguna el me rechazaba.

Subí a mi monovolumen para llevar a mi pequeño hermanito a la Push mientras que Renee iba de compras y Charlie estaba en la comisaria, al llegar me encontré a Camille con una flamante sonrisa.

Tía Bells - exclamo ella al verme abriéndome al máximo sus brazos - ¿Cómo te ha ido?

Muy bien pequeña - mentí - ¿y a ti? ¿Por qué esa sonrisa?

Mira - dijo ella levantando su mano derecha y mostrándome un espectacular anillo de un solo diamante, claro ese anillo ya yo lo conocía - estoy comprometida.

¡No me digas! - dije sarcásticamente - ¿Se digno a pedirte matrimonio?

Siiiiii - dijo ella dando saltitos, en eso era igual a Alice - fue ayer, fue tan hermoso, tan único, tan verdadero…

La tome de la mano y la acerque a un tronco seco que estaba caído en la entrada del bosque. Nos sentamos allí y coloco su mano sobre la mía.

Nos enojamos mucho el Sábado, creía que no pasaríamos de esta, pero al llegar la medianoche, mientras lloraba pensando que no volveríamos a estar juntos, escuche unos aullidos desde afuera, en eso, comenzaron a tocar unos instrumentos que no había escuchado nunca, el tío Edward me dijo que eran de México y se llamaban mariachis, escuche a Jacob cantar algo en castellano, tía Bells, el no habla muy bien el mexicano, y eso se escuchaba horrible!! Pero lo que tome en cuenta fue su detalle, estaba muy borracho, mi tío Edward casi se parte en carcajadas. Me decía Jacob está tratando de cantar algo asi: ahhh ya ya ya y… cantaaaa y no llores porque cantando cielito lindo se alegran los corazones… yo estaba partida en risas y llanto, entonces baje hasta su lado en velocidad vampírica olvidándome de las personas a su lado y él me dijo: Cami preciosa ¿quieres casarte conmigo? Yo no tenía palabras, me quede muda y el dijo: andaaaaa por fissss di que siii yo no puedo vivir sin ti…. Entonces yo dije que si… y el me dio un abrazo y un beso de esos acalorados… ahora este fin de semana seré su esposa…

Las lagrimas salieron de mis ojos dejándome en evidencia, me sentía mal, me sentía frustrada, pero al mismo tiempo feliz por ellos dos.

¿Tía porque lloras? - Pregunto Camille secando mis lágrimas - ¿Qué sucede?

Nada chiquita - le dije abrazándola - ¡Felicidades!

Gracias - dijo ella dándome un beso en la mejilla - te quiero tía Bells, además que te pediré algo… creo que te encantara.

Dime - dije medio sonriéndole -

Quiero que seas tú la madrina de nuestra boda - dijo ella con los ojitos llenos de lágrimas - será algo sencillo, pero hermoso…

Está bien pequeña - le dije mirándola abrazándola - si así lo quieres, así será…

Nos abrazamos por un largo rato, nuestro momento tierno se vio interrumpido por los gritos de mi pequeño hermano quien venia corriendo hacia nosotras huyendo de Jacob y de Edward.

Bella - dijo Edward al verme con los ojos empañados en lagrimas - me gustaría hablar contigo…

A mí no - dije fríamente muriendo por dentro - debo irme.

Pero tía Bells necesito que me ayudes con la boda - se refirió a mi Camille con su voz cantarina - Bueno, pero eso es en Seattle, Cariño… ¿nos prestas el auto? - se refirió a Jacob - es que con ese camión horroroso no llegamos ni al pueblo…

Cam… - le reproche - no hables asi de mi auto, que bastante eficiente que es…

Claro - fanfarroneo Jacob - no fui yo quien construyo ese motor… deberías vendérmelo como trofeo, como mi primer motor excelente…

No molestes - le dije tomando a Camille de la mano para ir hasta el auto de Jacob - Ven Cam… vamos… debemos irnos…

Pero Bella - dijo Edward - está bien… quieras o no… nos veremos…

Subimos al auto, por alguna extraña razón, desde hace varias semanas no dejaba de llorar por tonterías, y me sentía mal y vacía sin Edward a mi lado, no sabía si solo eran imaginaciones mías pero la verdad es que no podía evitarlo, aparte del deseo descontrolado que sentía por el, era tan extraño que me enfureciera descomunalmente y a los pocos segundos estuviese llorando por otra cosa… estaba realmente mal…

¿Camille a donde vamos? - le dije extrañada no estábamos en el camino a Seattle como ella me habia dicho - ¿porque estamos por aquí? ¿Esta no es la 100?

Quiero que me muestres ese claro que tanto amas - dijo ella con los ojos empañados - quiero saber porque es especial.

¿Y que pasa con los preparativos con los que te ayudaría? ¿Pequeña porque haces esto? - pregunte confusa -

Jacob dijo que la manada se encargaría de todo, porque es algo asi como un ritual las bodas en su manada, y segundo sentí dentro de ti la necesidad de venir - confeso - a decir verdad yo también quiero estar allí por primera vez.

Cami la verdad es que no se llegar al claro, hace muchos años que no vengo - dije dolorida - solo tu tío Edward sabe a ciencia cierta cómo llegar, yo solo pude llegar sola una vez… y la verdad hoy no estoy de ánimos para estar allí…

Está bien - acepto ella - ¿Qué quieres hacer?

Sabes una cosa - dije emocionada - cuando Rose estaba embarazada de ti, tenia antojos de las marquesas de chocolate que tanto te gustan… quiero comerme una de esas… me han apetecido…

Ok - dijo ella - vamos al pueblo quizás allí encontremos un lugar donde puedas comerla.

Al llegar todo estaba como antes, hermoso y muy frio, parecía un sueño estar de nuevo aquí, en la vieja cafetería donde almorzaba con mi padre encontré mi postre, lo comí con desesperación, como si el mundo se fuese acabar si no lo comiera, Camille me miraba extrañada, pero la verdad es que yo tampoco sabía que me estaba sucediendo.

Pasamos una tarde amena y muy divertida, la verdad era la primera en mucho tiempo, al llegar a la casa, Charlie me esperaba en el sofá.

Bella - dijo al escuchar la puerta -

Si papa - conteste - soy yo.

Disculpa que no avise - dije - pase la tarde con Camille y se nos fue tiempo corriendo.

Está bien hija - encontré a Renee saliendo de la cocina - no te preocupes, ¿quieres cenar?

No gracias - confesé - creo que me sentaron mal las marquesas que me comí.

Subí corriendo al baño, la verdad me sentía muy mal, termine expulsando las marquesas y el desayuno.

Seguramente un virus - dijo mi madre parada en el marco de la puerta del baño - lávate la cara y los dientes… te hare un caldo para cenar.

Al bajar, un olor a esencias y vegetales inundo mi olfato, ahora parecía que todo lo apreciaba con más nitidez, al acercarme a la cocina uno de los aromas llamo mi atención, mi madre preparaba lasaña para la cena, la verdad a mi me encantaba pero al oler el orégano tuve que salir corriendo de nuevo al baño pues los líquidos en mi estomago venían de nuevo para afuera.

Cansada de las contracciones de mi estomago, me lancé de espaldas en mi cama, sentí su fría mano en mi frente.

¿Estás bien? - Pregunto, estaba tan mareada que parecía una alucinación - Bella, ¿podrías responder?

No - le confesé - estoy mareada y me siento fatal.

Recuéstate conmigo - dijo, desabotone un poco su camisa y coloque mi mejilla en su pecho frio - ¿Te alivia eso?

Si - le dije con media sonrisa - me siento tranquila.

Fue así como me quede dormida, amanecí en sus brazos, la verdad era bastante difícil mantenerse alejada de él, lo amo, lo amo tanto que hasta duele.

El fin de semana llego, con él, la boda.

Estábamos cerca de la media noche, unos días antes Camille había recibido a sus padres y a sus abuelos, todos menos Rose por supuesto estaban feliz por ella, la vimos salir de la nueva casa de los Black tomada de la mano de Jacob, llevaba un vestido blanco muy hermoso, sencillo tal como ella lo había dicho, pero hermoso, escote cruzado en la parte delantera, y abertura completa en la espalda, largo, en el caso de mi buen amigo Jake, llevaba unos pantalones blancos a su mejor estilo y su pecho descubierto, de hecho todos los de la manada estaban con el pecho descubierto.

Era una exigencia que todos trajéramos vestimenta blanca, mi vestido al igual que el de Camille era sencillo, escote en V y largo, todos estábamos descalzos.

Al llegar las 12 se encendió la fogata, el Alpha de la antigua tribu, quien es el abuelo de Quil Ateara, oficio la tan hermosa ceremonia, sus palabras calaron hondo dentro de cada uno de nosotros los que sabemos que es el amor de verdad, una cadena de flores que llevábamos Edward y yo los amarro por siempre en su amor, se juraron amor eterno frente a las personas mas importante de sus vidas, sellando ese pacto con el beso de amor mas hermoso y único que no creí ver jamás.

Se abrazaron y para final del pacto de amor pincharon sus dedos y chuparon su sangre volviendo a besarse.

Te amo Jacob Black, eres mi vida, mi mundo, mi ser, me uno a ti, por la eternidad, hasta que la muerte nos separe - fueron las palabras de Camille -

Eres mi joya más preciada, la dueña de mi vida, todo mi universo, me uno a ti, por la eternidad, hasta que la muerte nos separe - dijo Jacob con lagrimas en los ojos realmente emocionado -

Todos aplaudimos ante el último beso, se separaron y para mi sorpresa Camille corrió a mis brazos, Rose nos acompaño abrazándonos a las dos y Emmett realmente conmovido tomándonos en sus brazos a las tres, todos reían ante semejante escena.

Nosotros también deberíamos hacer lo mismo - dijo Edward a mi oído -

¿Hacer que? - le pregunte encarándolo enrollando mis brazos en su cuello -

Casarnos - dijo el con esa media sonrisa tan hermosa que amaba -

¿Casarnos? - pregunte -

Si - dijo el mirándome a los ojos -

Chicos - dijo Alice tomándonos de los brazos, separándonos - tomemos una foto familiar.

Capitulo 26



Ya habian pasado casi dos semanas desde la boda de Camille y Jacob, quienes se habian ido a Hawai de luna de miel, fue algo sorprendente que Camille aceptara pero lo hizo, nos llamaban por telefono constantemente, evidentemente era algo que nos alegraba, volverian en un par de semanas mas.

Bella - dijo el besandome el cuello - ¿has pensado en lo que te dije en la boda?

¿Sobre que? - Pregunte haciendome la que no sabía -

Casarnos - dijo el seriamente -

Rompi en carcajadas, realmente el creia que nos casariamos, el matrimonio era algo asi como el suicidio para mi, literalmente hablando claro.

¿Que haras este fin de semana? - me pregunto de pronto -

Estar a tu lado - le dije - ¿que mas haria?

Mi familia se va este fin de semana a Alaska a visitar a los Denali, Alice le dira a tus padres que yo estare de campo y que por eso haran una pijamada en la casa - decia para mi sorpresa - para que podamos pasar el fin de semana juntos.

¡Wow! - exclame de verdad estaba sorprendia - ¿tu planeaste todo eso solito?

¡No te burles de mí! - dijo apenado si es que los vampiros sienten pena -

Lo siento Edward - confese - pero es que no pense que tu…

¿Que yo que? - pregunto el curioso -

No pense que tu harias algo asi - solte de un golpe -

Su risa retumbo en el eco del claro.

No te imaginas lo que soy capaz de hacer por ti - dijo el acercandose a mí terminando de tenderme en el pasto, posicionandose sobre mí -

Nos besamos apasionadamente, tan delicado pero al mismo tiempo con tanto fuego como el que ultimamente sentia dentro de mi al tenerlo tan cerca.

Nuestro amor se hacia mas grande, para mi mas admirable, mas hermoso que cualquier cosa en mi vida, pero habia algo que me estaba rondando la cabeza y de lo que no me habia percatado hasta ahora. Estaba revisando el estante del baño, y encontre una cajita azul, con algo que me hizo recordar, hace más de dos meses mi menstruacion no habia bajado, lo sabia porque Renee me habia comprado las toallas y no las habia ultilizado, y ¿porque no las habia ultilizado? Simplemente por que no me habia bajado.

Mi rostro reflejado en el espejo fue impresionante, levante mi blusa un poco miedosa, la verdad es que no se veia mi vientre abultado aun estaba plano y firme, termine tocandolo y estaba realmente duro.

¡Oh por dios Bella! - me dije a mi misma en un grito -

¿Cariño estas bien? - decia Renee tocando la puerta -

Si mama - le grite - solo que casi me caigo.

Esta bien - dijo ella riendose - ten cuidado.

Me duche rapidamente, tenia que buscar una prueba farmaceutica, salir de dudas, ¿como habia podido estar embarazada de un vampiro? Era absurdo, ellos no pueden tener hijos.

Llegue a la farmacia buscandola desesperada, la señora que atendia el mostrador era muy amiga de mi madre, asi que no pude ni mirarla al pagar.

Llegue de nuevo a la casa, abri el estuche con las manos temblorosas y lo hize, me lleve la pequeña regleta a mi habitacion, esperando que pasaran los minutos iba a terminar comiendome todas las uñas.

Al fin el momento llego, y lo que me temia sucedió, una carita feliz en tono rosa hizo que mis nervios colapsaran y cayera al suelo desmayada.

Bella - sus manos heladas me volvieron a la realidad - ¿estas bien cariño?

Edward - pregunte - si, amor soy yo… ¿que sucedió?

Tenemos que hablar pero no aquí ni ahora - le dije conmovida por la noticia que tenia que darle - vete, nos vemos esta noche en tu casa, ¿esta bien?

Ok - dijo mirandome fijamente, sabia que algo le ocultaba - nos vemos esta noche.

Arme mi maleta en segundos, esta noche seria unica para los dos, ya podia imaginarme todo, mi vida era sencillamente perfecta.

Al llegar a la mansion de los Cullen el salio a recibirme, su sonrisa torcida no la alejaba de sus labios, lo amaba tanto.

Subimos a su habitacion, habian pasado ya tantos años desde la primera vez que estuve aquí, que era imposible no sentirse conmovido, mis lágrimas comenzaron a caer, era inetable no llorar.

¿Que sucede cariño? - pregunto el limpiando las lagrimas de mi rostro - hace dias estas muy extraña.

Debemos hablar - le dije dandole un suave besos en sus labios - es algo importante.

Primero yo - dijo el sentandome en el orillo de la cama arrodillandose ante mi - no podia haber mejor momento que este. Se que nos adelantamos un poco, se suponia que deberia pretenderte, luego robarte un beso y mas tarde pedir tu mano ante tus padres, pero el amor pudo mas que nosotros, y estuvimos juntos esa unica vez tan maravillosa y especial para mi, por eso sin dudas, ni temores, quiero pedirte mi dulce Bella. ¿Me harias el inmeso honor de casarte con este hombre que te amara eternamente?

Mis ojos se inundaron de lágrimas, esas palabras tan hermosas, sonaban a verdad y sinceridad, pero sobre todo amor. Yo lo amaba tanto como el a mi, la eternidad no nos alcanzaria para amarnos y ser felices.

Bella - pregunto mirandome a los ojos -

Si - dije llorando y sonriendo al mismo tiempo - acepto.

El se puso de pie sin dejar de mirarme ni un segundo, me levanto de la cama en sus brazos, y me abrazo de una manera unica, como jamas lo habia hecho, sin miedo a lastimarme, sin miedo a que pudiese sucederme algo. Beso mis labios tan dulcemente como nunca antes lo habia hecho, ahora queria ver su reaccion al decirle que estabamos esperando un hijo.

Edward - le llame - ¿ahora deja que yo hable si?

Muy bien - dijo el colocandome de nuevo en la cama -

De pronto todo fue tan rapido, Edward estaba en el piso con otro vampiro sobre el tomandolo del cuello fuertemente, el solo me miraba a mí con ojos de suplica por que corriera o hiciera algo para salvarme, corri como pude por las escaleras, menos mal mis torpes pies no se antojaron de hacerme una mala pasada.

Al llegar al jardin, ya no pude correr mas, tenia un ejercito de vampiros sobre mi, cai en el pasto tapando mi cara entre mis piernas, entonces otro aroma mas imponente me inundo, solo se escuchaban gritos y crujidos, muy fuertes, estaba muy asustada, y fue entonces cuando senti a mi bebe por primera vez, se movio tan despacio pero tan asustado al mismo tiempo como estaba yo en estos momentos.

Tranquilo bebe - le hablaba a mi vientre - todo estara bien, todo estara bien.

La verdad es que no sabía si en verdad las cosas estarian bien, su aroma a lavanda me hizo salir de mi ensismamiento, sus manos frias tocaron mi hombro, al voltear, me encontro con unos ojos lleno de odio, mas rojos que la sangre misma.

Riley - grito Edward - dejala en paz.

Por ella mataste a mi Victoria - dijo el para mi sorpresa, me tomaba del cuello fuertemente - asi que yo la matare, asi tendras que sufrir lo que yo sufri.

Riley - siguio Edward acercandose poco a poco - Victoria solo te estaba ultilizando, nada más.

Al mirar a mi alreededor, pude ver a la manada haciendo círculo esperando porque el extraño vampiro me soltara para ellos atacar.

Riley - dijo Edward - mirame…

Pero el solo tenía ojos para los cinco lobos que tenia a su alreededor.

Cuando Edward lo vio distraido por el gruñido de Sam, brinco encima de el, logrando que Riley me soltara, solo se veia el visaje de los vampiros enloquecidos peleando por mi, Edward les habia advertido a los lobos que esta era su pelea y que no queria que ellos salieran lastimados, yo me encontraba en el suelo donde solo me tomaba del vientre. En eso el rostro de Edward aparecio delante de mi, Riley lo tenía abracado entre sus brazos, mostrandome para verlo morir.

¿Porque no le dices tus ultimas palabras? - dijo el vampiro lleno de odio - el morira primero, luego sigues tu…

Edward - dije tomandolo de sus mejillas -

Tranquila Bella - me decia - todo saldra bien.

Edward…

Ya termino tu tiempo - dijo Riley separandolo de mi - dile adios.

EDWARD ESTOY EMBARAZADA, TENDREMOS UN HIJO… ¡¡NO PUEDES MORIR!!

Grite para todo el mundo, el tenia que escucharme, luchar por su vida. Los lobos gruñeron, pero fue como despertar de un mal sueño, en ese momento no se como ni de que manera escuche a Edward en mi oido.

¿Bella que has dicho? - dijo el en mi oido -

Levante la mirada y hay estaba el, mirandome, me fundi en sus ojos de oro, y me lanze sus brazos, el me tomo con fuerza en ellos.

La fogata se encendio colocando todos los cuerpos de los vampiros decapitados.

Estoy embarazada - dije - tendremos un hijo.

Su mirada no revelaba mas que amor, un amor genuino como el que yo sentia por el. Saco de sus pantalones un cofre pequeño mostrandome un anillo de diamantes azules me dijo:

¿Quieres ser mi esposa Isabella Swan? - dijo el con su sonrisa torcida -

Si Edward Cullen - dije - acepto.

Los lobos aullaron, Edward volvio a tomarme en sus brazos, si pudiera llorar estoy segura que lo estaria haciendo, no pudo ser mas hermoso y preciso este momento.

Como estaba destinado pasamos la noche juntos, Edward solo le hablaba a mi vientre, algo que me conmovia de sobre manera.

Siempre quise tener una familia - dijo el mirandome a los ojos - Gracias por darme esta infinita felicidad. Te amo.

Yo tambien te amo - dije sinceramente - por toda la eternidad.

Pocos dias pasaron, y el momento mas temido habia llegado. ¿Como le diriamos a mis padres que tendriamos un hijo y nos casariamos?

Nos encontrabamos en el sofa de Charlie, los dos tomados de la mano, menos mal que Edward es contra balas, si no pobre de mi de quedarme viuda antes de la boda.

Papa, Mama… Edward y yo nos casaremos…

Charlie y Renee se miraron entre ellos…

Acerca del Autor

Nos dedicamos a brindar información a todos los fans de la Saga Crepúsculo. Desde entonces nos hemos encargado de cubrir premieres, eventos, actualizar día a día nueva información sobre el cast. Después de que terminó la épica Saga en Noviembre del 2012, seguimos los proyectos de cada actor como corresponde.
Lee más en: Conócenos

2 comentarios:

  1. Me perdi en la última parte. :| Pero lo demás, estuvo muy bueno :P

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  2. muy buen capitulo me encanto

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